

Majestuoso, imponente y profundamente conmovedor. Esculpido con la crudeza del metal y sostenido por la nobleza de la madera, esta obra transmite un realismo impactante en su expresión de sacrificio y entrega. Tras vivir en un lugar privilegiado donde la Semana Santa se vive con devoción y el aire se impregna de incienso y azahar, esta obra no pasa inadvertida capturando la esencia del fervor religioso. Cada facción moldeada refleja la pasión, el dolor y la redención, convirtiendo la escultura en un testimonio de fe y arte en su máxima expresión.
Ficha técnica