

El autor representa su tributo a la elegancia y la sensualidad de la mujer. Una escultura creada con más de 3.800 tuercas hexagonales, que se fusionan capturando la delicadeza de las curvas femeninas, resaltando su belleza y su fuerza interior.
En la búsqueda del equilibrio natural, construye un pedestal fabricado principalmente en madera de pino tratada, donde el artista diseña unos surcos que representan los caminos de la vida y el tiempo. El contrapunto entre lo bello y lo real, entre la vida y la muerte, entre la juventud y la senectud. Cada sombra y cada detalle, son el culto a la esencia femenina, fusionando fragilidad y poder en una armonía perfecta.
Ficha técnica